lunes, 28 de mayo de 2018

Verdadera Aguilera

Aguilera siempre será Aguilera, nada la supera. Si la vieran. Anda con lo justo en la cartera, canta en la bañera y a menudo lava sus poleras. Y como si eso poco fuera, no es cuentera ni latera: es certera. A veces, cuando uno menos lo espera, ella cruza flotando la acera y se sincera, como si nadie al rededor la viera. La vez primera que la ví fue en primavera, ella comía empanadas caseras, yo compota de pera. Vaya fiesta en la rivera. Fuera como fuera, y aunque yo no lo supiera, ese día saludóme Aguilera, como si de antes me conociera. (hoy toco madera, ni Dios quisiera que su amistad perdiera).
Fin.