miércoles, 30 de junio de 2010

La crisis de las hormigas

Querido Gabriel:

Una amiga me contó que las hormigas se extinguieron ayer. No pude evitar entrar en pánico por la siguiente razón: ¿cómo nos podremos tropezar entonces?, ¿Con qué reemplazaremos el ají de nuestras comidas ahora? Las hormigas eran una buena entretención para niños dedicados a matarlas con lupas al sol, eran un pretexto para tropezarse en la calle, eran tan picantes que podrían perfectamente suplir el ají en nuestras comidas, eran un ejemplo de trabajo en equipo... Eran eso y mucho más. Espero amigo, que por allá se encuentren bien, y la desgracia no los haya afectado tanto. Cariños, Fernanda.


Estimada Fernanda:

Saludos.
Recibí tu carta satisfactoriamente, y te agradezco por la preocupación. Te cuento que acá, las penas están latentes aún. Ayer me saqué la cresta de un tropiezo, y me ilusioné por un momento, pero me volteé y vi que era sólo una jirafa que iba pasando. Falsa alarma. En fin, como bien dice el dicho, "Más vale caballo regalado que cien volando", así que a ponerse de pie se ha dicho, y que en paz descansen. No queda otra que volver a condimentar con sudor fermentado nomás. Abrazos, Gabriel.




**Nota de la Bloguera: Estas cartas son reales. La identidad de los emisores se mantuvo en semi-resguardo (considerando que no se publicaron los apellidos) por su seguridad y la del lector. Un abrazo**

lunes, 28 de junio de 2010

Canción de No-amor

Canta una canción de amor, una sola.
cántala despacito,
y sin mucha expresión
para que no despierte a los vecinos
ni te roce el corazón
porque podrías caer muy fuerte,
mientras más y más alto te eleves.

Canta una canción de amor,
sin sentirla apenas.
cántala por cantarla,
cosa que no te duela.



F

viernes, 25 de junio de 2010

Un loco es feliz

Para qué andamos con cosas. Pocas personas aquí, se salvan de la contención. Los locos, por ejemplo. Los locos están salvados, son los más felices. El resto -una lamentable mayoría- retiene, reprime, contrae. Ellos tienen miedo.
¿Será que existe un encargado de pellizcar a la gente cada vez que sus pies se elevan un poquito? o ¿Será que la disciplina social y cívica, también disciplinó nuestra imaginación?
Me han dicho tantas veces loca. En un sentido figurado por supuesto, porque no creo que se refieran a que debería estar en un psiquiátrico. Pero justo cuando me siento más libre, justo cuando más soy yo misma... De nuevo un pellizco: "Feña, estás loca" me han dicho. Me causa risa, porque yo lo encuentro de lo más natural.

La verdad es que no tengo miedo de los pellizcos, más me asusta que esos pellizcos me terminen obligando a retener, reprimir, contraerme. Y el otro día llegué triste y te dije que me sentía sola, inadaptada por lo mismo. "A veces pienso que debimos criarte menos consciente" me dijiste. Tienes miedo de que sufra, por tener la sensibilidad exacerbada y por ser consciente de que ha de haber algo más importante que ser exitoso en el trabajo, la sociedad, las convenciones... Tienes miedo de que me fije en tantas otras cosas tontas, como las manos de la gente o las patas de las palomas. Por no entender muy bien qué hace una persona lenta como yo en este mundo acelerado. Por no querer bajar mucho de las nubes, por temerle un poco a la realidad. Pero no te preocupes por cómo me han criado. Mentirnos, hace mucho más daño que ser conscientes de algunas cosas, a final de cuentas. "Cuida bien al niño, nunca lo reprimas" dice la canción, y de otra manera no pudo haber sido. Y si por ser quien soy, me dicen loca, cuántos locos más habrán en el mundo entonces. Qué más quisiera yo que estar loca a veces, porque los locos tienen esa libertad... los locos son los más felices! Que eso quede claro.

miércoles, 16 de junio de 2010

Pócimas, cucarachas y panes con mantequilla


Estaba muy obscuro allá abajo. Olía a humedad. Me hacían cosquillas las lombrices, cucarachas, y todos los demás insectos, esos que se lo comen vivo a uno. Y no podía rascarme si alguno me picaba, porque el espacio era tan estrecho! Tampoco podía escuchar al gallo que canta por la mañana y sólo Dios sabe cómo extrañaba ese canto. ¿Que si era de día? ¿De noche? no podría saberlo. ¿Que si tenía hambre? por supuesto que hambre tenía, sólo pensaba en panes con mantequilla.

Estaba muy sola al principio. Pero una tarde (supongo que era tarde, la verdad es que no veíamos la luz del día) vino a visitarme Nosferatu, y desde ahí que nos hicimos grandes amigos. Era un buen tipo, pero olía mal. Bueno, no digo que oler mal fuera demasiado importante, porque en ese entonces yo también olía mal, así que no podía quejarme. Entre pestilentes nos entendíamos bastante bien.

Pero un día, noté que Nosferatu andaba extraño. Conociéndolo, supe de inmediato que tenía algo importante que decirme: -"Tengo una pócima, para revivirte". Me dijo sin mucho ánimo. Sabía muy bien cuánto quería yo revivir. Entonces, saltando de alegría lo abracé y le agradecí. Él estaba triste... muy triste. Pero en el fondo se alegraba por mí. -"No te olvides de nosotros" me dijo al oído mientras nos despedíamos. Entonces, le prometí visitarlo si o sí algún día y me la tomé. La asquerosa pócima surtió rápidamente el efecto esperado.

Se los cuento porque, no cualquiera puede decir que es amiga de Nosferatu, y volver a la vida así sin más. Pues la gente -como es de escéptica- no se los creería. Sólo puedo decirles que en serio me sucedió, y que ahora me dedico a comer panes con mantequilla de vez en cuando.

sábado, 5 de junio de 2010

Crónicas de Madelein. (fragmento)

...Lo recuerdo como si fuera ayer. Hora: 10 am. Lugar: patio de mi casa cerca de la noria. Fecha exacta: un día martes, con luna creciente. Un crimen, cuya autora, sólo pudo haber sido ella. Crimen que me destruyó la vida de lo espantoso que fue. Sí, algo así como pisar vidrio molido a pie pelado, así de doloroso. Pero no me habría dolido con tanto estrépito de no haber sido porque esa mañana me desperté más temprano que de costumbre, con una punzada en el corazón (no estoy segura si fue una auténtica corazonada o sólo se trataba de algún malestar estomacal producido por las ciruelas ingeridas la noche anterior) y fue entonces cuando me levanté para ir a las letrinas. Sólo ahí pude observar el desastre ocurrido. Quedé tan impactada que solo unas horas después pude articular alguna palabra de espanto: "Ouch, madre mía" me dije, cuando recién tomé consciencia de la magnitud de los hechos...

*Esta cursi historia continuará (tal vez)*

miércoles, 2 de junio de 2010

Santiago glotón

"Santiago de porquería" pensé cuando vi que la grabadora ya no estaba. El bolsillo estaba más liviano y yo no había sacado nada, las cosas tampoco tenían pies.
¿Quién más podría haber sido, que el gran Santiago comilón?
"Te tragas todo, cerdo glotón" le grité con indignación. Sé que en momentos así uno dice cosas hirientes, pero éste se lo tenía más que merecido. Y aunque no tenía pruebas para tratarlo así, no era primera vez que hacía lo mismo.

Es más, yo no he sido la única víctima. Su hambre voraz es insaciable, se come todo lo que pilla el maldito. A una compañera también le comió el celular, y la mayoría de la gente que conozco ha pasado por lo mismo. "Tranquila, a todos nos pasa, todos lo hemos alimentado alguna vez" me dijo mi abuela cuando llegué a casa contándole. Y mi hermano tampoco se salvó de su apetito "Se me desapareció luca", me dijo el otro día, ya sin ninguna señal de asombro en su cara. Cómo será la costumbre, que ni a sorprenderse alcanza uno. Ya no hacemos mucho escándalo cuando se come nuestras cosas, mientras no nos coma a nosotros... Aunque claro, lo que se vuelve común, no por común va a ser normal, y no tenemos por qué aguantarlo.

Pero ya está! de nada sirve llorarle, tampoco puedo pedirle que vomite lo ingerido. Seguro que se tragó con ganas mi grabadora, y no puedo hacer más al respecto, que esperar que al menos haya estado sabrosa.


F!