sábado, 28 de agosto de 2010

Hoy las cosas son así y no de otra manera.

Si no sabes decir que no, el destino te hará el favor. ¿O no?
Es tan sabio. Tan, pero tan sabio.
bloqueando y desbloqueándonos caminos equívocos o perfectos
negándonos lo que no podemos ni queremos negar.
Pero podría explicarnos brevemente,
por qué hace lo que hace quizás.
Ah! disculpe tal vez será mucho pedir...
Hoy no tengo ganas de discutir.

viernes, 27 de agosto de 2010


La desnudez absoluta nos asusta
Caminar por el centro y darse cuenta,
de que andas desnudo sólo con patuflas.
La pesadilla de todos, pero en el fondo
la libertad... qué ganas.

martes, 24 de agosto de 2010

Fuera, dije.

Intento olvidarte. Pero para eso debo olvidar primero, cómo era recordarte.
Mas, cuando lo intento recuerdo que estoy tratando de olvidarte a tí, y siendo así, no puedo evitar recordarte. Es divertido -y no por eso menos trágico- que sigas quedándote a pesar de mis intentos de expulsarte de aquí.

sábado, 21 de agosto de 2010

perfectamente perfecto

OYE!
Al final nada es... ni tan tan, ni muy muy.
Un día podemos ser esto, al otro día lo otro.
Todo se transforma, tú, yo, él... Todo y todos.
El balance es perfecto, si te fijas. (y si no te fijas también)
Es perfecto perfecto.

Qué falta de respeto.

Cometo la prepotencia
de ser como quiero ser
la falta de respeto
de decir lo que pienso
y la grave irreverencia
de no tomarme la vida en serio.

miércoles, 18 de agosto de 2010

El momento más grave de mi vida


Qué frío hace afuera, y qué poco lo setimos aquí dentro. Es el café, es tu libro de poemas, la gente que pasa, o el queque de vainilla tal vez. -"¿Por qué siempre los hacen de vainilla, lo has notado?"- te pregunto. No tienes la menor idea y ríes, nunca te lo habías preguntado. Sólo sabes que ahí estamos; dos locos detenidos en el tiempo. ¿Quién más que tú para recitar poemas, y quién más que yo para oírlos ahora? Me tomo el café a sorbitos y escucho atenta, mientras abres uno de esos libros con palabras bonitas. Comienzas a recitar, invocando la voz de ese poeta que mágicamente parece encarnarse en la tuya. Vives cada palabra antes de decirla, y después de salir de tu boca, ellas se dibujan en los vidrios empañados y salen a mezclarse con el aire dulzón de aquel local de café tan pequeñito, en Baquedano.
Antes de llegar al último verso tomas un respiro y terminas: -"...El momento más grave de mi vida, no ha llegado todavía"- Te quedas en silencio y sonríes. Después de ese poema de César Vallejo, tu voz vuelve a ser tu voz. Y claro, se me ha acabado el café. Pero ¿sabes? todo es distinto ahora. Ya no hace tanto frío y no importa mucho la hora que sea. ¿Será el café? ¿Será tu libro de poemas? ¿La gente que pasa o el queque de vainilla tal vez? Quizá sólo seamos nosotros, un par de locos detenidos en el tiempo.

lunes, 16 de agosto de 2010

Sí. Me siento sola.
Tal vez no se note, por la máscara que traigo.
Pero es de papel maché, ah?
y con las lluvias ya empezó a desintegrarse.
En todo caso a quién le importa?
Bueno, sin duda a mí. Un poco.
Pero un poco no más.

Es que me dijeron que si siento esto y no lo digo, tal vez un día explote. Si no lo lloro así, tal vez enmudezca. Y como yo tengo fobia a enmudecer.. Lo digo. Tiene bastante sentido.
En realidad, no sé por qué le doy tantas vueltas al asunto.. por qué soy tan analítica con mis sentimientos. Qué latera. Si hasta yo me doy cuenta de que lo que necesito es derretirme en un abrazo.

domingo, 15 de agosto de 2010

La muerte infinita


"Este día es perfecto" pensó. El hombre se levantó como todos los días, procurando al bajar de la cama, que el primer pie que pisara el suelo fuera el derecho (no por superstición, sino por costumbre).
Luego se vistió con la ropa que había dejado preparada la noche anterior, a los pies de su cama.
Se demoró cuanto quiso, mal que mal, afuera nadie lo esperaba. Comenzó por la camiseta de algodón y siguió con la camisa a cuadrillé, prolija y desagradablemente bien planchada.

Se miró los pies, al final de sus delgadas piernecitas y se acordó del cortauñas. Dió unas vueltas por la casa semidesnudo, buscádolo, pero no lo encontró. Además una fuerte corriente de aire invernal estaba entrando desde el living hasta la cocina, y lo obligó a terminar de vestirse.
Siguió entonces, con los calcetines, los calzoncillos y el pantalón. Entró al baño luego, se miró al espejo y se echó de menos un poco. Se lavó la cara -su cara- y se secó.
Dejó todo ordenado -por si vuelvo más tarde- pensó. Y salió por la puerta de su casa, dejando las ventanas cerradas y el cerrojo de la puerta bien trabado.

Bajó sin prisa las escaleras del edificio y llegó a la vereda. Las calles que él conocía tan bien, ahora se encontraban vacías, por ser domingo. "Este día es perfecto" pensó nuevamente, y cruzó sin mirar a ningun lado.
Entonces, quizá el único vehículo que se viera por esas calles ese día, pasó justo por ahí en el momento en que el hombre cruzó, y lo atropelló.

Estaba muerto ahora el hombre, en el suelo frío de invierno.
Había vivido esto mil veces, y cada vez lo hacía con más perfección.




F.

viernes, 13 de agosto de 2010

Alienígenas


Basta de alienación! basta.
Lo que hace falta es que la gente vuelva en sí.

que reconozca sus manos por sus manos,
sus ojos por sus ojos,
su lengua por su lengua.




F.

jueves, 5 de agosto de 2010

Usted no lo diga

Todos hemos pasado vergüenzas por usar en ciertas ocasiones, expresiones populares (que claro, al usarlas hacen del diálogo un intercambio más sabroso) pero que a veces están fuera de contexto y desentonan con la elegancia del momento. No todos los contertulios las entienden, y nosotros quedamos como los desubicados, los vulgares y los inexpertos socialmente hablando. Es por esto que se me ocurrió adaptar ciertos refranes populares que acostumbramos usar en la vida diaria, para poder usarlos también con la misma soltura y libertad, en importantes eventos sociales; como una cena con algún embajador, un encuentro con parientes lejanos a los que queremos impresionar... y así. Por favor preste atención a estas 18 recomendaciones y tome nota.

1. usted no diga:
Mostró la hilacha
en cambio diga:
Dejó entrever la hebra

2. usted no diga:
No será mucho lucho?
en cambio diga:
No será demasiado Luis?

3. usted no diga:
La huincha de la chala
en cambio diga:
La correa de la sandalia

4. usted no diga:
Le faltan palos pal puente
en cambio diga:
Carece del material suficiente para llevar a cabo la construcción del viaducto

5. usted no diga:
Era tan bravo que mostró los dientes
en cambio diga:
Era tan temerario que expuso su dentadura

6. usted no diga:
Esto parece casa de putas
en cambio diga:
Esto se asemeja a un lupanar.

7. usted no diga:
Le dieron como caja
en cambio diga:
Le otorgaron como cajón

8. usted no diga:
Toma, cachito de goma
en cambio diga:
Recibe, cuernito de caucho.

9. usted no diga:
Se fue pal patio de los callados
en cambio diga:
Se marchó hacia el jardín de los silenciosos

10. usted no diga:
Los trapitos sucios se lavan en casa
en cambio diga:
Los harapos han de enjuagarse en el hogar

11. usted no diga:
No te tirís al dulce
en cambio diga:
Procura no lanzarte al caramelo

12. usted no diga:
Maté dos pájaros de un tiro
en cambio diga:
Asesiné dos aves de un sólo cañonazo

13. usted no diga:
Apretó cachete
en cambio diga:
Estrujó nalgas

14. usted no diga:
Me dejó como chaleco de mono
en cambio diga:
Me dejó cual suéter de simio

15. usted no diga:
Perro que ladra no muerde
en cambio diga:
Can que vocifera, no mordisquea

16. usted no diga:
Estoy hablando con Don Pancho, no con los chanchos
en cambio diga:
Estoy charlando con Don Francisco, no con los porcinos

17. usted no diga:
Eres pasao pa la punta
en cambio diga:
Eres deslizado hacia la cúspide

18. usted no diga:
A lo hecho pecho
en cambio diga:
Ante lo acontecido, seno

Recuerde que un buen lenguaje es señal de buenas costumbres, y si se maneja con el vocabulario, será bien recibido en todas partes. Utilice algunas de estas nuevas frases, en vez de las clásicas frases populares, y verá cómo su agenda social incrementará al doble y notará al poco tiempo, cómo le respetarán.