domingo, 11 de septiembre de 2016

En mi familia

En mi familia me conocen como
La Fernanda,
La única mujer de 4 hermanos,
La desapegada e ingrata
La que da vuelta los vasos en la mesa
La que canta y hace cosas artísticas
La mañosa e inconformista,
La que una vez trabajó en la Tele
La que se hace la chistosa pero la mayoría del tiempo es densa y pesada
La que sufre por amor,
La desordenada que deja todo tirado
La buscapleitos
La que no sabe manejar,
La que vive en Santiago,
La egocéntrica
La que no llama nunca a sus papás,


En fin.


Duele más

Duele más el conformismo que la soledad.
Duele esa soledad que se siente al sentarse en un bosque oscuro sabiendo que nadie vendrá a buscarnos porque no le dijimos a nadie hacia dónde íbamos.
Pero duele más el conformismo.
Duele la soledad que se siente al entender casi con orgullo que ya nadie nos conoce, porque quienes nos conocieron sólo han visto nuestra imagen antigua, nuestra cara antigua y nuestra risa antigua.
Nadie ha visto nuestra nueva cara y a nadie le interesa saber quiénes somos.
Pero duele más el conformismo.
Duele quedarse frente a una fogata mientras se incendian nuestras imágenes sagradas, alejarse de eso que se ama pero que daña profundamente.
Aun así duele más el conformismo.