lunes, 15 de febrero de 2010

Rebelión en mi escritorio


No sé si volver a escribir. El papel ha sido un ingrato, ayer se escondió en el escritorio para que yo no lo encontrara. El lápiz me fue infiel con el destacador, la goma ya no quiere borrar, y así me fueron dejando sola.

Muchas veces me acompañaron, eran buenos muchachos, pero hoy no creo poder quererlos más. Cuando escribo, me posee una felicidad extraterrestre y me envuelve la catarsis. Siento cosquillitas en el estómago, que suben a mi garganta y bajan por mi brazo como corriente eléctrica. Son las palabras. Pero son las mismas palabras las que hoy no quieren salir. Dicen que hablo mucho, que las he desprestigiado. Sobre todo la palabra "ameno" es la más indignada en todo este asunto, y ayer me pidió que la indemnizara, si quería volver a usarla. Las entiendo, es verano y están agotadas, pero tampoco era para que se organizaran en sindicatos. Están en paro indefinido y no se ponen de acuerdo, se agolpan en la boca, se cuelgan de la lengua. Y sabiendo como son, apuesto a que ahora se ponen a pelear con el lápiz, que no tiene mucha culpa en todo este asunto, pues él solo sigue mis órdenes.

Aaaaaaaaaaaaay! ya está, se han enojado, ahora discuten acaloradamente, parece que la crisis no es mía sino de ellos, que paso aquí! dejaron la tendalada, lleno de papel picado y rayas, palabras inconexas desparramadas por el piso...vaya escándalo. Quedó el tremendo desorden, no entiendo por que no pueden convivir en paz.

Ya no sé si volver a escribir después de tantos desmanes, de tantas locuras y tanta hecatombe bulliciosa. Lo que un día me hizo feliz, hoy ya no sé, no tengo idea. Han sido unos ingratos, papel, lápiz, y palabras, yo que los quise tanto, así es como me pagan, me decepcionaron y me hicieron enojar. Acaso no recuerdan los años dorados? ya ni ustedes me entienden, yo menos, por favor no desistan, no me dejen, quédense un tiempo más.

jueves, 11 de febrero de 2010

La poética del cine


Por estos días leo un libro llamado La poética del cine, de Raúl Ruiz. Lo he visto por años en el estante de los libros de mi casa, pero no me daban ganas de leerlo, hasta que el otro día mi papa me lo entrego casi desafiante... "léete este".
Y en eso estoy. El libro no es como para decir que bruto que entretenido, pero hasta ahora me ha mantenido interesada, y eso ya es mucho decir, por que generalmente comienzo los libros y los dejo hasta la mitad. no se si se deba a que mi apetito de conocimientos algo ansioso genera la constante inconstancia que tengo en gran parte de las cosas que hago, o realmente será por que coincide que la mayoría de los libros que comienzo son o fomes o densos...esa manía mía de picotear todos los libros a mi alrededor sin jamas terminar uno!

Pero esta vez espero hacer la excepción a la regla. No puede ser que no termine jamás un libro. Ya está pareciendo profecía la cosa, así que la voy a cortar con eso.

Como decía, me estoy leyendo este libro y me ha parecido bastante interesante. sobre todo por que el autor (cineasta chileno nacido en Puerto Montt en los años 40, y para variar, mas reconocido en el exterior que acá), se refiere a varios temas. Ya sea de cine mismo, como la teoría del conflicto central (estructura base del cine tradicional), o bien, filosóficos, como las utopías.

Aquí quisiera detenerme, por que ayer encontré un fragmento donde expone un punto de vista totalmente contrario a lo que entendemos por utópico, me pareció buenisimo y hasta concuerdo con él:

"Yo creo que si el mundo de hoy es aterrador, es por que se ha convertido precisamente en un terreno favorable a las utopías. Por todas partes en el mundo brotan las multinacionales, organismos sin origen ni lugar, utopías sin futuro, a veces incluso sin razón de ser. Un día fabrican golosinas, al día siguiente se transforman en compañias transatlánticas, y, en el curso de una sola semana, invaden el mundo con transatlánticos cargados de golosinas. Algunas han sido creadas para hacer dinero, otras, como las fuerzas armadas de las Naciones Unidas, creadas para el socorro de los civiles en determinadas circunstancias, trabajan a pérdida. Algunas otras son escencialmente profilácticas. otras tantas como las iglesia, militan a favor del bien. otras aun -como un cierto hollywood- predican el mal.
todas son utópicas, todas creen que la felicidad es la orquestación de disposiciones plebiscitadas como buenas. Para tales utopías, un hombre feliz es un hombre que se dice feliz, y al que todos creen lo que dice. ¿Por qué se le cree? Por que su felicidad tiene causas explicables, como son la posesión de una camisa, el aroma de un perfume, el espectáculo de un incendio, o el de una historia que le acaban de contar en imágenes" (Raul Ruiz)



;)

miércoles, 10 de febrero de 2010

Carta importante.


Estimado jovencito:

Te echamos de menos por acá y ojalá te encuentres bien, si es que estás buscándote.
Otra cosa, hagas lo que hagas, no vuelvas a decir que nosotros no te damos comida, me oyes?. mira que el delfín es muy gruñón y si te pilla jugando a las escondidas a media noche, casi de seguro te regalará un poco de chocolate vencido, y dejame decirte que en ese caso, no quisiera estar en tu lugar.

Te gustará saber que acá todos están de lo mejor, a Ema le ha salido su primer diente y ya esperamos con ansias a que llegue santa clauss, por que la licencia de conducir de tío Juancho ya expiró.

Entérate también, de que apagar el televisor a estas alturas no servirá de mucho por que el doctor ya me recetó el tamiflú y ya no hay vuelta atrás. Así que cualquier cosa que tuvieras que contarme, mándamelo a decir con Dumbo, que tiene buen oído para escuchar, y caramba que tiene memoria de elefante.

Antes de que te vayas, lava tus zapatillas de lona y canta el himno nacional, que "harta falta que te hace chiquillo de miechica", como decía una tía de la cual soy sobrina.

Pd: recuerda que acá te queremos mijito, no olvides mandar dinero.

martes, 9 de febrero de 2010

Prefacio


A todos los posibles lectores de este espacio, les debo una explicación. Por que no de la nada uno decide comenzar a escribir, y menos sin tener un tema en especifico del que hablar(léase cine, libros, mecánica, música, política, bioquímica, jardinería, etc). Entonces sin un tema en especial que me mueva a escribir sobre eso, por que hacerme un blog?. E intento responderme, aun con dificultad, por que las preguntas que se hace uno mismo son a veces las mas difíciles. Y pienso, no es que tuviera la idea del blog entre ceja y ceja, y menos se podría decir que lo venia planeando desde hace un tiempo... solo se dio. Un día de calor y de modorra envolventes, ese extraño día en que ya no encontre que mas ver en la pogramacion nacional, cuando ya no encontré que libro leer, ni algo interesante que comer dentro del refrigerador (eso que lo abrí mas de diez veces esa tarde), decidí que se me habían acabado las opciones. estaba obligada a hacerme un blog, estaba obligada a escribir.

Y vengo escribiendo desde hace tiempo. comencé con un diario de vida a los doce, y no es que escribiera cosas muy interesantes, mas bien eran puras tonteras que en ese entonces eran importantes y no podían dejarse pasar como : " hoy tomamos sopa de tomate, pero me queme y aun me duele la lengua", o tal vez cosas un poco mas trascendentales del tipo : "hoy día comenzo la teletón y me quede como hasta la 1:00 am viéndola". No importa lo que contara a mis doce años, lo importante era contar. Y es que hablaba tanto que en mi casa me hacían callar a veces, y si no era con mi nana, pocas veces podía conversar de todo un poco ahí, así que cuando me pasaba algo, o pensaba en cosas incoherentes, solo escribía.

Escribir es una forma de canalizar. Siempre he creído que es la mejor terapia de todas, la mejor forma de ordenar los pensamientos y dejar fluir la imaginación. Es lo que tengo planeado para este blog. Escribir sobre lo que veo y lo que no veo, sobre lo que siento y no siento, pero podría sentir...sobre lo que no parece tener ninguna importancia, sobre gallinas o fantasmas, sobre cosas simples o rebuscadas, sobre todo un poco.

El nombre GALLINA TARTAMUDA me vino a la cabeza sin pensarlo mucho, y luego descubrí que dentro del sin sentido que podía tener, tenia bastante sentido, pues las gallinas efectivamente son tartamudas, es mas, no imagino una gallina que no fuera tartamuda. y el que no concuerde conmigo, bastará con que escuche su cacaraqueo y no podrá negarlo.

En fin, que bueno sería que los que quisieran comentaran, y así comenzaran los intercambios lingüísticos y se armara la grande. Se que es difícil que pase, por que quizá pocos darán con este sitio y a pocos les importe, pero de todos modos, bienvenidos a la gallina tartamuda.