Adivinaqué

Como que no quiere la cosa, a veces mis sueños me dejan entrever fortuitas conexiones, me permiten conocer gente que jamás he visto y que quizá me inventé, y mágicamente esa gente me cuenta cosas, me da consejos y dice frases que no podría olvidar.

-Qué maneras más curiosas de soñar- me dije ayer. Considerando que no todos los días se le aparece a uno una especie de chamana negra, algo asi como una tarotista con inciensos y velas, leyéndote la suerte con un mazo de cartas sobre la mesa, anunciando tu fortuna.
- Lo verás, y al verlo deberás abrazarlo para que no se les escape el corazón ni a él ni a ti, por latir tan fuerte- me dijo, fumándose un habano.

Qué extraño. hermoso, pero extraño.