El otro día pasé por tu casa, y me tiraste una maleta.
Me dolió bastante, te diré.
El tema, es que no me explico por qué me tiraste una maleta.
He pensado harto sobre el tema -no creas que no, ah?-
Y supongo que debe haber sido porque fui a tu casa el otro día.
Porque es obvio: de no haber ido a tu casa el otro día, no me habrías tirado la maleta.
Por qué otra cosa podría ser?
El problema, es que tarde o temprano iría.
Osea que de todas formas me la habrías tirado.
Pues sabías que aunque no fuera ese día,
otro día habría ido a tu casa. Y qué me habrías tirado?
Pues una maleta.
Déjame decir entonces que era inevitable.
Ni tú ni yo, tenemos la culpa,
Las maletas vienen y van.
F
dios que me gusta cómo escribes
ResponderEliminara mi tambieeeeenn me encantaa (l)
ResponderEliminarestá excelenteeee
ResponderEliminarespero que esa maleta haya tenido algo filete dentro... después de todo las maletas son para almacenar cosas.
ResponderEliminarahora...Que tipo de cosas?
Las maletas y los corazones son exactamente lo mismo, cada uno sabe con que lo llena para este viaje.
Saludos F.