Si decides ir hacia abajo y no hacia arriba, o si decidimos mirar hacia afuera y no nosotros a nosotros mismos, si la cosa era
para allá y no para acá, si volvemos al centro y luego hacia afuera y luego de
nuevo al centro y estamos equivocados porque así no era, o era para el otro
lado y no nos dimos cuenta, y si le echamos sal en vez de azúcar y juntamos
todas nuestras cosas en una bolsita y luego se nos caen y se desparraman por el
suelo, y si es que creemos ser una cosa y finalmente éramos todo lo contrario o
éramos mucho mejores de lo que creíamos, o si definimos algo y la RAE no está
de acuerdo con esa definición, o incluso si es que dejamos demasiado rato un
pastel en el horno y se quema, estará bien de todos modos.
O sea sería la nada misma y la cosa ni una?, jajajajaja
ResponderEliminarHay una cosa elemental e irrenunciable en ese caminar, como una piedrita preciosa que sólo a veces se hace notar. Esa cosa es la conciencia del alma y, aunque a ratos cueste, sólo deja que se manifieste.
ResponderEliminarGracias
Eliminar