Bastante rara

A través de su mirada caleidoscópica pudo verla en coloridos trocitos geométricos imperfectos durante más tiempo del que hubiera deseado, por su sanidad mental. Vio 134 veces su ojo derecho sin pestañear, lo vio seco y con unas venitas rojas que antes no había notado, vio la chasquilla grasosa sobre su frente por lo menos unas 59 veces y también reparó en un moco trasparente que asomaba por su nariz puntuda y fría a causa de la neblina matutina.
Recorrió su rostro entero y pensó, que vaya, caleidoscoicamente hablando y guardando las proporciones, la chica era, por decirlo de alguna manera, bastante rara.